Numerosos miembros de Compromís per Elx y otras personas a nivel individual se han concentrado hoy ante la sede de Bankia de las Eres de Santa Llúcia para reclamar que se rescate a las personas y denunciar que somos los ciudadanos y ciudadanas quienes estamos pagando la economía de casino que desarrollamos unos cuántos.

Los manifestantes se han concentrado a la puerta de la entidad con pancartas con lemas como “Personas sí, chorizos no”, “#RescatemPersones”, “Queremos que Bankia sea pública”, “Crisis? Estafa!” o “La crisis que la paguen los que la han provocado” y han gritado y silbado para criticar los excesos que se han cometido en nuestras cajas de ahorros con el dinero de los clientes y con dinero público.
El portavoz adjunto de Compromís per Elx, Carlos Conejo, ha asegurado que “Compromís ha escogido concentrarse ante una oficina de Bankia por su simbolismo, puesto que este banco ha recibido más de 24.000 millones de euros de dinero público por sus pérdidas, mientras sus directivos se ponían sueldos astronómicos”.


“La crisis que todos sufrimos es una crisis de deuda privada, que viene provocada por la locura de esta burbuja de la construcción irracional, pero los poderosos quieren transformar esta deuda privada en deuda pública y que paguemos todos por sus excesos”,
ha señalado Carlos Conejo, que ha añadido que “hoy estamos aquí para decir no a un sistema que favorece a la banca y abandona las personas”.
Seguidamente, los manifestantes han entrado dentro de la sucursal donde han seguido gritando sus reivindicaciones y han entregado un documento a uno de los trabajadores de la oficina –ante la negativa de la directora a tomarlo-. El documento, que se ha leído después fuera de la entidad, recoge las principales reivindicaciones de Compromís y de su campaña #RescatemPersones:

 
– No cubrir las pérdidas que hayan tenido los bancos por hacerse promotores de urbanizaciones que ahora son fantasmas. Si el banco tiene que caer por una gestión irresponsable, se deja caer.
– Hacer que el Estado avale a las familias que no pueden pagar su hipoteca y que los deje la vivienda con un crédito blando.
– Hacer una auditoría pública de la deuda para saber de dónde proviene y quiénes son los responsables y suspender el pago de la deuda pública hasta que esta auditoría esté completa.
– Juzgar a los verdaderos culpables de la crisis y exigir responsabilidades.